martes, 20 de octubre de 2009

Los días nublados


Los días nublados me gusta subirme al tejado. Allí me reúno con gatos, gorriones y algún que otro pato que esté de viaje y echamos el rato.

Misifú me cuenta las riñas nocturnas de gatos borrachos por faldas gatunas.

Ay, los días nublados, qué a gusto se está aquí tirada bajo el cielo emborregado, guardando historias pasadas debajo de la teja rota de mi tejado.

No me da miedo de la tormenta, no me da miedo, yo voy por mi cuenta y si me cae un rayo, pues que me caiga, que yo aquí me quedo, frita o a la plancha. Total, anda que no se está bien encima de mi casa.

Y no creas que me aburro ¡Que no todos los días es fácil ver por el cielo trotar un burro que, cual renacuajo, metamorfosea y se transforma en grajo! Y hablando de grajos, ya estoy viendo alguno volando muy bajo, empieza a hacer un frío... joper, ¡del carajo! Qué queréis que os diga, gatos, gorriones, patinos y hormigas... ¡y el escarabajo!, ahí os quedáis todos, yo me voy p'abajo.
jueves, 15 de octubre de 2009

:)

Diré cosas que no quiero y querré decir otras que no seré capaz de pronunciar. Y el tiempo seguirá pasando. Un segundo... dos... tres... cuatro... cinco... seis... siete... ocho... nueve... diez... once... así pasa y se va y no vuelve. Y seguirán sumandose las cervezas. Y a mi lado siempre estarás tú... Miss Candy Candy, no me abandones, yo soy tu verdadera fan y tú eres la mía, I love you forever.
Mañana será otro día y diré, ¿por qué has escrito esto? Porque sí, porque me da la gana, porque quiero.
PD: el americano del Salvador era guapo, que no?
PD2: estas son las entradas que no sé por qué narices lee todo el mundo y te comenta: se te ha ido la oya, pues sí, oye, la oya, oye, tampoco es tan malo, a veces pasa... y no pasa nada... que no?



LAAAA LARA LALÁAAA
SI TE MARCHAS DE AQUÍIII DE MÍ QUÉ SERÁAAA
LAAAA LARA LALÁAAA
...
martes, 13 de octubre de 2009

The tune (la melodía)

Todo le pasa a Paqui - IV.

Yo os quería hablar hoy sobre Fran and Isco... pero no va a poder ser. Sólo puedo deciros que con la tibieza del sol crepuscular, Paqui se ha quedado sopa en los escalones del Puente de las bolas (que no es lo mismo que Paqui se ha quedado en bolas en los escalones del Puente de la sopa!). Ya no pasa casi nadie y en el arrecife sólo se escucha el murmullo de las aguas que poco a poco la sumergen en un sueño profudo.

Mucho me temo que mientras estemos con Paqui hemos de hablar de canciones, pues la música es casi la que dirige sus pasos. Es curioso, todos podemos encontrar en canciones cachitos de nuestra vida. El que busca encuentra y a veces el que no busca, también, pues uno siempre mira desde sus ojos y escucha desde sus oídos y se sentirá identificado con el más mínimo detalle que le evoque un recuerdo y desde entonces esa canción será suya, a su manera. A Paqui le encantan estos guiños musicales que te pueden sorprender en mitad de una avenida mientras cruzas un semáforo con los cascos puestos... y a veces juega a la inversa y basa en una canción sus propias historias.

Batiéndose entre el sueño y la realidad, esta vez no sabía bien quién era quien jugaba con quién. Y mientras, en su cabeza... Yes, there are two paths you can go by, but in the long run there's still time to change the road you're on, and it makes me wonder... Your head is humming and it won't go, in case you don't know, the piper's calling you to join him (...) And if you listen very hard, the tune will come to you at last, when all are one and one is all to be a rock and not to roll...



Quién era el falutista, por qué la llamaba, de dónde venía esa melodía demasiado real para ser un mero producto de su imaginación y qué narices quería decir esa canción que, aunque le encantaba, nunca había llegado a comprender. No creo que lleguemos a saberlo, pero aun así, aquellas palabras viajaban por sus neuronas quemadas en esa tarde de domingo rara...

Continuará...

Si quieres leer la letra (y traducción) de la canción que suena en la cabeza de Paqui, pincha aquí para verla en una página aparte.
viernes, 9 de octubre de 2009

Un lugar

Todo le pasa a Paqui - III

El cielo estaba azul, pero las nubes eran de un color entre naranja y rosa. Era una hora perfecta para la reflexión. En aquellos viejos escalones llenos de verdín que bajaban del Puente de las Bolas a las azuladas aguas atlánticas de las que emergía Lanzarote, Paqui meditaba sentada qué hacer con su vida. En cierto modo maldecía el momento en que se le ocurrió largarse de casa dejando atrás todo lo que había tenido hasta entonces... pero es que no podía más. Quería a su familia, a sus amigos, pero estaba harta. No así. No allí. No a ese precio.

Así que una noche cogió su mochila azul, echó un modelito de recambio, bragas, calcetines y una foto de grupo. El móvil lo dejó apagado en el cajón. Sólo se despidió de su ordenador y de su perro y en la mesa de la salita dejó una nota que decía: Esto no es vida. Y con las mimas salió por la puerta y dejó atrás la calle estrecha de farolas amarillas y sombras tenebrosas que la había visto aprender a montar en bici y a saltar a la comba, a hacer el pino y dar su primer beso...

De todas formas, no se arrepentía de estar donde estaba. Le parecía un lugar mágico al que la había llevado el destino y donde seguía esperando a que ocurriera algo que le dijera qué tenía que hacer, sabía que sucedería, lo intuía... qué extraño.


Continuará...
martes, 6 de octubre de 2009

Personajes

Todo le pasa a ... - II

Y como buscando sigue ella, mirando al fondo marino, mientras en la superficie su reflejo le devuelve la mirada y la atraviesa y la fulmina, descifrando códigos secretos, saltándose claves y números pin. Ay, tu Sombra y tu Reflejo...
Pero no creáis que esta historia va a seguir por estos derroteros profundos y misteriosos, eso sería complicado y el humor de ésta que aquí escribe no siempre lo permitiría. Este clima pseudomístico se acaba, por tanto, al mismo tiempo que todo empieza, con la llegada de Fran y de Isco, los dos mosquitos africanos que acompañarán a Paqui en su aventura particular. Si es que... Todo le pasa a Paqui.

Continuará...
jueves, 1 de octubre de 2009

I

Todo le pasa a ... - I

Con un repentino cambio de ánimo que atribuía al reciente corte de pelo que no le acababa de convencer, la protagonista de esta nueva historia permanece sentada en un escalón de alguna parte (que ya se verá), sin saber que yo estoy escribiendo esto para que además tú lo leas.

Engullida por un oscuro futuro... No creo que se trate de una mujer perdida. En su cabeza inventa una canción que se le queda coja ¿Dónde esa maldita palabra? Y mira, como buscando, al fondo marino... Dónde estará, dónde estarás, dónde estaré... Al final acaba cantando otra cosa.

Continuará...
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