Tres de la tarde de un domingo cualquiera. Lo que más me apetece en el mundo: tirarme en el sofá y mirar el techo mientras la luz que entra por la ventana dibuja sombras al toparse en su camino con todo tipo de obstáculos, unos dinámicos, otros estáticos. Cerrar los ojos y sumirme en mis fantasías. Ir respirando cada vez más despacito, sosegada, relajada. Y descansar.
Abrir los ojos de pronto y que sean las siete de la tarde. Que se haya hecho de noche y, tambaleándome y medio sonámbula, desplazarme a la cocina para hacerme una infusión... relajante, mmm sí, relajante. Un poleíto que impregne el ambiente y que, como dice mi madre, parezca que el campo entero se nos haya metido en la casa.
Pero no, hoy no toca. Quizás mañana.
7 que dejaron huella:
Jé, a mí me toca por fuerza. Tengo un trancazo febril que ni te imaginas.
Te iba a decir que qué suerte... pero bueno, aquí cada uno tenemos lo nuestro, jeje. Yo mañana me tiraré todo el día vagueando en mi tarde post-examen :D
aqui estare tambien mañana...
besitos
Hola Almendra¡¡
Ya han acabado las vacaciones¡ joo... ahora otra vez clases y examenes... pero me consuela saber, que podre seguir leyendo tu blog... jajajajajaja...
Besicos a puñadicos¡¡
Ámbar
Pues si no es hoy, que sea mañana. Pero sea cuando sea disfrùtalo.
Muakk
Gracias Aniña, Ámbar y Anita... al fin hoy me he apoderado del sofá y he disfrutado de mi infusión!!! Muaahh ha ha ha xD
Hoy he tenido un duro examen y por la tarde al fin he podido disfrutar del merecido descanso (bueno... merecido, merecido... se verá cuando salga la nota, jeje).
Un abrazo y nos leemos!
Una infusión de mueeddago?
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