Mi amiga Buda me pidió que sacase algo de El libro peligroso para las chicas e hiciera una entrada en el blog. Hojeando, ojeando, en el apartado de Mujeres míticas, me topé con Dido y su historia de amor imposible, lo cual me trajo buenos recuerdos de mi primer año en el Coro. Y fue la elegida.
La reina Dido de Cartago es una representación literaria clásica del amor imposible. Junto a su amante Eneas, son dos de los personajes míticos del poema de la Eneida, escrito por el poeta clásico Virgilio. Los dos amantes no pudieron vivir en paz debido al destino de Eneas: fundar la nueva Troya que daría lugar a Roma.
La reina Dido fue en realidad la víctima indirecta de una batalla entre dos diosas: Juno -deidad griega del matrimonio-, que apoyaba la felicidad de Dido, y Venus -diosa y madre de Eneas-, que quería a toda costa que se cumpliese el destino de su hijo; éste debía partir hacia el Mediterráneo y fundar una nueva ciudad que daría paso a una nueva era.
Cuando los troyanos llegan a Cartago enviados por la tempestad desatada por Juno, los recibe su reina, Dido. Eneas le pide ayuda a Dido y Venus –su madre- manda a su otro hijo, Cupido, que la enamore de Eneas. Dido había prometido no olvidarse nunca de su marido muerto por su hermano, Siqueo. Sin embargo, con ayuda de su hermana Ana y la intervención de Cupido logra abrirse al amor de Eneas.
Venus pacta con Juno que harán que Dido y Eneas se casen, para que juntos reinen en Cartago. Venus sabía que ese no era el destino de Eneas pero finge aceptar el trato. Juno organiza una cacería, donde desata una tormenta que obliga a Dido y a Eneas a dormir bajo el mismo techo, donde Juno los casa. Mercurio le comunica a Eneas que ese no es su destino, que debe partir hacia Italia. Entonces, Eneas hace caso y abandona a Dido. Dido intenta olvidarlo con ayuda de su hermana, pero no puede. Es por eso que decide, en secreto, suicidarse y lanza una maldición a Eneas. Desde ese momento se genera el odio de Roma hacia Cartago.
En el capítulo VI de la Eneida, cuando Eneas desciende con ayuda de Sybilla de Cumas al infierno, la encuentra entre los muertos por amor y le explica que él no quería abandonarla, que los dioses habían labrado así su destino.
Venus pacta con Juno que harán que Dido y Eneas se casen, para que juntos reinen en Cartago. Venus sabía que ese no era el destino de Eneas pero finge aceptar el trato. Juno organiza una cacería, donde desata una tormenta que obliga a Dido y a Eneas a dormir bajo el mismo techo, donde Juno los casa. Mercurio le comunica a Eneas que ese no es su destino, que debe partir hacia Italia. Entonces, Eneas hace caso y abandona a Dido. Dido intenta olvidarlo con ayuda de su hermana, pero no puede. Es por eso que decide, en secreto, suicidarse y lanza una maldición a Eneas. Desde ese momento se genera el odio de Roma hacia Cartago.
En el capítulo VI de la Eneida, cuando Eneas desciende con ayuda de Sybilla de Cumas al infierno, la encuentra entre los muertos por amor y le explica que él no quería abandonarla, que los dioses habían labrado así su destino.
* Me he ayudado de la wikipedia porque en el libro no quedaba clara la historia.
** El video corresponde al Lamento de Dido, final de la ópera de Henry Purcell. A Janet Baker se la recuerda en gran medida por esta actuación (aparte claro, de por ser considerada una de las mejores exponentes en su cuerda, mezzosoprano).
** El video corresponde al Lamento de Dido, final de la ópera de Henry Purcell. A Janet Baker se la recuerda en gran medida por esta actuación (aparte claro, de por ser considerada una de las mejores exponentes en su cuerda, mezzosoprano).
4 que dejaron huella:
Nunca te acostarás sin aprender algo nuevo.
Ante mi, la Eneida.
En latín.
Prefiero leer tu entrada.
También puedes leer "Dido, reina de Cartago", versión femenina y muy creíble de esa historia de amor.
q bonito!gracias!fue mi primer ensayo con el coro, asi q por supuesto tb es especial!!!!
q libro taaaan maravilloso, eh?
q bonito!gracias!fue mi primer ensayo con el coro, asi q por supuesto tb es especial!!!!
q libro taaaan maravilloso, eh?
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