miércoles, 9 de noviembre de 2011

Naturaleza XX(L)


Yo no sé si este es un falo enamorado de la luna o no, lo que sí sé es que se puso bien cerca de los espejos del río. Algo corto para ser tan gordo... y duro como para emerger de una montaña rocosa. Lo que está claro es que el romero de los montes le besa la frente. Yo paseaba tranquilamente, vislumbré unas moras, quise trepar a cogerlas... y semejante miembro viril me acechó en plena luz del día y encontrándome yo con la escasa vestimenta de un bikini. Me sobrecogió, la verdad. Luego vi que no era yo lo que él buscaba, y ya con los pantalones puestos, me atreví a inmortalizarlo. Al final, me causó ternura, pobrecito, ahí siempre expuesto... y le di dos achuchones (no podía hacer mucho más...)

*(A cuento del post de Diego en su particular cueva)

3 que dejaron huella:

mariajesusparadela dijo...

Y los dos (Diego y tu) me habeis hecho sonreir.

BudaDorado dijo...

para mí que el romero no le besa la frente, sino que le acompaña cual vello púbico

diego dijo...

Almendra, lo que le ocurre a tu falo-roca es que está peor posicionado que mi falo-hongo. Ahí, en el fondo de la rambla, es difícil que ligue con la luna. Me gusta la foto, soy un rambla-adicto. Me encanta pasear por ellas, habitualmente calmas y enigmáticas. Pero temibles a veces cuando cae una tormenta aguas arriba y se convierten en ríos-pasión. Quizás eso es lo que está esperando el falo-roca. Más vale un kiki apasionado al año que uno semanal mirando el reloj para no perder horas de sueño :) Un abrazo.

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