No os asustéis con lo que voy a decir, pero he estado pensando seriamente... si hoy me muero, ¿qué pasaría con mi blog? A menos que hubiera dejado alguna entrada programada para un momento futuro (que ahora mismo, no es el caso), nunca más se volvería a actualizar. Aquellos lectores tan cercanos pero tan lejanos, los que ni siquiera he llegado a conocer personalmente, podrían pensar que he tirado la toalla, que abandono la blogosfera sin decir un triste adiós.
Tal vez algunos se preocuparan y, pasado el tiempo, dejasen un comentario exigiendo nuevas historias disparatadas o, al menos, una explicación del por qué de mi ausencia (aclarar que esos comentarios nunca verían la luz al quedar pendientes de moderación por ser posteriores a cuatro días desde la publicación de la entrada en cuestión). Incluso sería posible la adhesión de algún seguidor tardío, quién sabe. Ya que me voy emocionando, lo mismo una editorial famosa descubre mis relatos y decide publicarlos bajo la firma de Almendra Puck y, aunque póstuma y con nombre falso, alcanzo la fama. En ese caso, quiero que todo el dinero que me corresponda lo administre mi madre, ella sabrá darle buen uso (para encontrarla preguntar, por ejemplo, a la Srta. Tulp, ella les pondrá en contacto).
Podría darle mi contraseña a alguien para que hiciera pública mi muerte en mi propio blog, pero claves y contraseñas son secretos que no puedo revelar, salvo la del sevici, que todo el mundo se la sabe. Y voy a ir terminando porque ya me estoy flipando mucho y al final voy a acabar despidiéndome para siempre de todos vosotros no vaya a ser que esta noche la palme mientras duermo. En fin, por si acaso, sepáis que me encanta saber que estáis ahí, al otro lado de la pantalla, dejéis huella o no.
Ah, y otra cosa, en mi entierro quiero que pongan música (la parte emocionante del Réquiem de Verdi concretamente, Buda sabe cuál es) y que cuenten un chiste lo menos malo posible y, si puede ser, apto para todos los públicos. Mi madre dice que no tiene gracia porque por mucho que yo me empeñe tengo que pensar que habrá gente ese día que esté triste y no tenga ganas de guasa, pero yo lo siento, es mi voluntad.
Bueno, y dicho esto os voy a decir hasta mañana, que deciros adiós me da miedo. Lo dicho, hasta mañana!
*Recomendación: dale caña al volumen para escuchar el siguiente video.
Tal vez algunos se preocuparan y, pasado el tiempo, dejasen un comentario exigiendo nuevas historias disparatadas o, al menos, una explicación del por qué de mi ausencia (aclarar que esos comentarios nunca verían la luz al quedar pendientes de moderación por ser posteriores a cuatro días desde la publicación de la entrada en cuestión). Incluso sería posible la adhesión de algún seguidor tardío, quién sabe. Ya que me voy emocionando, lo mismo una editorial famosa descubre mis relatos y decide publicarlos bajo la firma de Almendra Puck y, aunque póstuma y con nombre falso, alcanzo la fama. En ese caso, quiero que todo el dinero que me corresponda lo administre mi madre, ella sabrá darle buen uso (para encontrarla preguntar, por ejemplo, a la Srta. Tulp, ella les pondrá en contacto).
Podría darle mi contraseña a alguien para que hiciera pública mi muerte en mi propio blog, pero claves y contraseñas son secretos que no puedo revelar, salvo la del sevici, que todo el mundo se la sabe. Y voy a ir terminando porque ya me estoy flipando mucho y al final voy a acabar despidiéndome para siempre de todos vosotros no vaya a ser que esta noche la palme mientras duermo. En fin, por si acaso, sepáis que me encanta saber que estáis ahí, al otro lado de la pantalla, dejéis huella o no.
Ah, y otra cosa, en mi entierro quiero que pongan música (la parte emocionante del Réquiem de Verdi concretamente, Buda sabe cuál es) y que cuenten un chiste lo menos malo posible y, si puede ser, apto para todos los públicos. Mi madre dice que no tiene gracia porque por mucho que yo me empeñe tengo que pensar que habrá gente ese día que esté triste y no tenga ganas de guasa, pero yo lo siento, es mi voluntad.
Bueno, y dicho esto os voy a decir hasta mañana, que deciros adiós me da miedo. Lo dicho, hasta mañana!
*Recomendación: dale caña al volumen para escuchar el siguiente video.
10 que dejaron huella:
jajajjajajajajajja, esto solo se te ocurre a ti!!!tu tranquila, que en el hipotético caso , me ofrezco para contar yo el chiste, que es la unica forma de asegurarnos que sea apto!!y que sepas que te veo MAÑANA!!!
P.D: ya te contaré una historia sobre este Requiem que te va a dejar sin palabras...
yo prometo decir una guarrada en tu entierro, aunque no esté entre tus peticiones
Charada, agradezco tu ofrecimiento para contar el chiste... pero tengo serias dudas.......
Señorita Tulp, lo daba por hecho.
Yo también tengo serias dudas acerca del chiste de Charada jajaja
jo, que emocionante...sabes que al final tu entierro va a convertirse en una maraton improvisada de chistes alrededor de tu feretro/urna!?!?jajajajajaja
tranqui, x la parte q me toca me comprometo a q se queden alucinads con este super requiem!!!
Pues tu te lo tomas a broma, pero, ya hace tiempo que di órdenes a mi familia para que, el día que me muera, de la noticia en el blog.
Es lo menos que debo a mis seguidores.
Y, como tengo el ordenador para mi sola, no hace falta contraseña.
Buda, féretro, no urna. Se me quedó ese tema en el tintero.
María Jesús, yo no me lo tomo a broma! Todo lo que he escrito va completamente en serio.
almendra, no te has dado cuenta pero ..¡SIGUES VIVA!!!¿ves como alarmarse no sirve??jajajjaja
Chica, será un relato de vida precioso, tu herencia para todos nosotros.
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