Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un momento importante de último año de algo, como ahora lo es este, en que había que apretarse las tuercas aunque costase trabajo, alguien puso en mis manos unos versos acertados para inspirarme un poco de aliento. Desde entonces los he guardado y releído muchas veces y he esperado la ocasión de compartirlos. Así que, salvando la primera parte, que me he tomado la libertad de omitir, ahí os dejo con la esencia del poema Si a vuestra vida un día llegase el huracán. Porque sé de algunos que ya estamos inmersos en él...
[...]
Sólo quiero, por eso,
deciros lo que habréis de recordar:
recordar y salvad vuestra quietud;
si en el norte, a la sombra del tembloroso álamo,
si en el sur, en la brisa del naranjo;
recordad cómo pasa el huracán
por el junco, y el junco no se inmuta,
y el junco no padece.
Porque el junco es flexible.
Esperad y sembrad
como siembra el viento las estrellas,
pues llegará el otoño de los frutos.
Si mantenéis en calma la mirada,
si aun en la luz sois claros,
sed muy flexibles, respirad con paz
como la luz respira.
Ni el junco, ni el aroma, ni la luz,
se quiebran.
Si a vuestra vida un día llegase el huracán,
si hoy llegó el huracán a vuestras vidas,
respirad en su furia con quietud, hondamente,
y esperad.
Ahora, más que nunca,
sed flexibles,
sed junco, aroma, luz.
4 que dejaron huella:
justo lo que necesitaba leer
vale, lo del junco es un momento muy karate kid...Vale, perdón... jijijiji
Feliz, feliz navidad a ti también, almendrita!
es xla ventolera q hay en españa??jajaja no broma..parece digno del budadorado!
Charada, pues yo te imagino disfrazada de junco intentando no inmutarte ante la tormenta...
Publicar un comentario