Por fin tengo mi placita. Mi soñada y deseada placita. Pero antes de contaros nada, antes de desvelarlo todo y meteros en la historia como os merecéis, os voy a dejar con un texto que ayer, cuando llegué del fatídico viaje de vuelta en bus y por fin me senté en mi trono (y no os diré cual), cayó en mis manos como por casualidad...
"En una ocasión me preguntaron por qué había tantos niños protagonistas en mis novelas. Mi respuesta fue sencilla. Para mí, el niño -dije- es un ser que encierra toda la gracia del mundo y tiene abiertas todas las posibilidades, es decir, puede serlo todo, mientras el hombre es un niño que ha perdido la gracia y ha reducido a una -el oficio que desempeña- sus posibilidades.
Con esta respuesta quería dar a entender que para mí, el niño, precisamente por la carga de misterio que arrastra, tiene mayor interés humano que el adulto, incluso para ser protagonista de una novela o de una película.
También se deduce de mi respuesta la importancia que yo doy a la elección de oficio, sea éste el de ebanista o arquitecto, escritor o marino, maestro o labrador. Seguramente es la elección de oficio la cuestión más importante con que vais a enfrentaros. Tan importante, que acertar con el oficio es acertar con la vida. La felicidad no consiste en ganar mucho dinero sino en que la tarea que se hace se haga con gusto. El día que cada niño, al llegar a hombre, pueda ser aquello que desea y para lo que está dotado habremos conseguido un mundo feliz. El niño no perderá su alegría al transformarse en hombre si ante el haz de oportunidades que se le ofrecen, acierta a elegir la buena, esto es, la adecuada a su manera de ser.
Claro es que para poder acertar debéis informaros antes de lo que es una cosa y de lo que es otra cosa. Formar a los niños debe ser un sucesivo despertar de curiosidades que luego, a lo largo de la vida, se irán saciando con la lectura y la experiencia. [...]"
Y ahí lo dejo. Nosotros ya hemos elegido. Unos hace una semana; otros hace tres días; yo ayer. Conozco a hombres que eligieron bien y en sus sesentaitantos siguen siendo niños que no perdieron su alegría. Sólo espero que nosotros, todos, mis amigos, mis amigas, los que en estos días hemos pasado por el Ministerio de Sanidad susurrando a unos extraños nuestros sueños al oído para que, como por magia, salieran en una pantalla y acabaran por cumplirse con sólo pulsar un botón, cerrando tal vez así ese proceso de transformación y convirtiéndonos de golpe en hombres y mujeres grandes, seamos felices con lo que quiera que hayamos decidido ser y que por nada, por nada del mundo mundial perdamos la alegría de los niños que nos trajeron hasta donde estamos.
Enhorabuena a todos y suerte con lo que viene después.
"En una ocasión me preguntaron por qué había tantos niños protagonistas en mis novelas. Mi respuesta fue sencilla. Para mí, el niño -dije- es un ser que encierra toda la gracia del mundo y tiene abiertas todas las posibilidades, es decir, puede serlo todo, mientras el hombre es un niño que ha perdido la gracia y ha reducido a una -el oficio que desempeña- sus posibilidades.
Con esta respuesta quería dar a entender que para mí, el niño, precisamente por la carga de misterio que arrastra, tiene mayor interés humano que el adulto, incluso para ser protagonista de una novela o de una película.
También se deduce de mi respuesta la importancia que yo doy a la elección de oficio, sea éste el de ebanista o arquitecto, escritor o marino, maestro o labrador. Seguramente es la elección de oficio la cuestión más importante con que vais a enfrentaros. Tan importante, que acertar con el oficio es acertar con la vida. La felicidad no consiste en ganar mucho dinero sino en que la tarea que se hace se haga con gusto. El día que cada niño, al llegar a hombre, pueda ser aquello que desea y para lo que está dotado habremos conseguido un mundo feliz. El niño no perderá su alegría al transformarse en hombre si ante el haz de oportunidades que se le ofrecen, acierta a elegir la buena, esto es, la adecuada a su manera de ser.
Claro es que para poder acertar debéis informaros antes de lo que es una cosa y de lo que es otra cosa. Formar a los niños debe ser un sucesivo despertar de curiosidades que luego, a lo largo de la vida, se irán saciando con la lectura y la experiencia. [...]"
Miguel Delibes. Mi mundo y el mundo.
Y ahí lo dejo. Nosotros ya hemos elegido. Unos hace una semana; otros hace tres días; yo ayer. Conozco a hombres que eligieron bien y en sus sesentaitantos siguen siendo niños que no perdieron su alegría. Sólo espero que nosotros, todos, mis amigos, mis amigas, los que en estos días hemos pasado por el Ministerio de Sanidad susurrando a unos extraños nuestros sueños al oído para que, como por magia, salieran en una pantalla y acabaran por cumplirse con sólo pulsar un botón, cerrando tal vez así ese proceso de transformación y convirtiéndonos de golpe en hombres y mujeres grandes, seamos felices con lo que quiera que hayamos decidido ser y que por nada, por nada del mundo mundial perdamos la alegría de los niños que nos trajeron hasta donde estamos.
Enhorabuena a todos y suerte con lo que viene después.
8 que dejaron huella:
Enhorabuenaaa!!, Qué requeteeeenvidia que nos das Almendra!!, que ya tengas tu placita, uufff, yo al paso que voy creo que ni por asomo, el tema de la Educación en Etremaura está fatal, muuuucho recorte aquí y acá... En cuanto a tu texto, no sé los demás, pero Micho y yo nos propusimos ser niños eternos, y aquí nos tienes, en el Patio-Lavadero, viendo a Aquiles discutir por el precio de los tomates con Jasón y Medea por medio...Contadores de estrellas, Besotes&Miauuss!, Nos alegramos mucho ;-)
Enhorabuena!
Yo he elegido plaza hoy y también estoy muy contento... Mucha suerte en lo que está por venir... :)
Duncan, muchas gracias! De todas formas te informo que esta placita mía no es eterna, sino que sólo dura los cuatro años de mi residencia y luego a buscarme las habichuelas, jeje. Aun así son cuatro añitos de trabajo seguro y de buena formación que intentaré aprovechar al máximo. Besos para ti y para Micho segundo de gato.
Asclepium, gracias y enhorabuena a ti también! Y bienvenido a este blog :)
Me saltaron las lágrimas... sí, sigo sensiblera!
Ojalá, querida amiga, nunca dejemos de ser niños.
Besitos... desde un Madrid menos cálido, peroigual de hermoso....
Enhorabuena. Disfrútalo.
espero que tengas la mejor de las suertes.
Besos 1000
Yo voy a seguir siendo una niña de papá,jaja. Nada nos va a quitar la inocencia de seguir viendo la vida como un haz mágico de posibilidades, aunque ya hayamos tomado una determinación.
Yo pienso seguir siendo una niña por siempre jamás...es lo que tiene ser inmadura,chica, que somos lo que nos da la gana!Y nos vemos por los congresos, y en las visitas a mi casa, y cuando vuelva con mi maleta cual chica de pueblo para que Buda se ría de mí...=)
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